Construcción

Constructoras en alerta ante definición electoral: mapean riesgos para el ciclo político

En la industria se destaca que las altas oscilaciones de los títulos accionarios del sector serían algo transitorio.

Por: José Troncoso y Tomás Vergara | Publicado: Lunes 27 de noviembre de 2017 a las 04:00 hrs.
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En alerta y mirando con preocupación. Las empresas constructoras e inmobiliarias fueron las que más sufrieron tras la primera vuelta presidencial. Fueron casi US$ 700 millones los que se llegaron a perder, aunque con el pasar de los días la merma se redujo.

En la industria hay coincidencia que los fundamentos del sector no han cambiado después la primera vuelta y tampoco se estima que se vayan a modificar tras la segunda, independiente de quién gane.

“Los fundamentos del sector, tales como crecimiento demográfico, bajos niveles de desempleo, acceso a créditos hipotecarios a tasas atractivas y niveles de stock razonables, son todos relativamente positivos y creemos que se mantendrán así, al menos en el mediano plazo”, dice Ariel Magendzo, gerente general Paz Corp.

En Echeverría Izquierdo agregan que la mirada sobre el sector debe ser más amplia y advierten que “se debe tener en consideración que durante el año hubo importantes alzas en el precio (de estas empresas). Así, en suma y resta los precios siguen estando comparativamente en niveles altos respecto a cómo estaban el año pasado”.

Para el director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), Vicente Domínguez, la baja en las acciones se debió al nivel de desconfianza que genera uno de los candidatos.

“Yo no me guío -y creo que nadie debe guiarse- por las oscilaciones de la bolsa. Influye, es una señal, pero no es más que eso”, destaca el directivo.

En la industria señalan que esta habría sido una situación específica del mercado accionario, en las que se enajenaron acciones de todos los sectores, específicamente en aquellas en donde se vio el mayor crecimiento anteriormente.

Claudio Salin, director Senior de Feller Rate, destaca que las compañías mantienen una completa normalidad en sus operaciones y asegura que “respecto de nuestras expectativas de la industria, no estamos viendo grandes cambios en los fundamentos en el corto y mediano plazo, independiente de las elecciones”.

Hernán Jimenez, analista de Humphreys, recuerda que el sector de la construcción es marcadamente cíclico, es decir, en períodos de recesión se contrae más que la economía en general, pero cuando la actividad crece, este rubro exhibe un mayor dinamismo.

“Si los inversionistas estiman que el país podría crecer menos, respecto de lo inicialmente proyectado, necesariamente habrá ajustes en los precios de las acciones y eso se acentúa en la construcción, debido a la mayor sensibilidad del sector”, destaca.

Además, según los expertos, a futuro, el rubro inmobiliario y de la construcción se verán afectados por el menor o mayor impulso que el nuevo gobierno dé a las inversiones en infraestructura (carretera, hospitales, embalses, entre otros). Por lo tanto, en el precio de las acciones del rubro incide la percepción que los inversionistas tienen respecto del programa de cada candidato.

Salin dice que a nivel de empresas inmobiliarias, el desafío que ven es que, dependiendo de las condiciones del mercado, deberán mantener una adecuada flexibilidad en las inversiones, los lanzamientos y en los inicios de construcción, de manera de poder mantener un nivel de ventas y actividad estable en los próximos años.

Dice que una pequeña parte de las escrituraciones a nivel de industria todavía se encuentran sin IVA, por lo cual los márgenes, en algunos casos, no reflejan completamente este efecto. “Esperamos que a diciembre de 2018 los márgenes de los proyectos escriturándose reflejen la situación actual de la industria”, destaca.

Para Echeverría Izquierdo, las perspectivas a futuro son positivas y “se traducen en un aumento de la inversión y una reactivación de importantes proyectos. En ese aspecto, en Echeverría Izquierdo nos hemos posicionado como un actor relevante, por lo que vemos con buenos ojos lo que se viene”.

Respecto al segmento de Ingeniería y Construcción, los backlog de las compañías que sigue Feller Rate, en términos de montos, se mantienen favorables, acorde a lo esperado, a pesar de los menores niveles de actividad y la menor inversión en algunos mercados.

“No obstante, durante los próximos periodos será relevante observar la adjudicación de nuevas obras para recuperar los saldos de obras ejecutados durante dicho período y mantener un backlog en los rangos actuales. Adicionalmente, debido a la alta competencia en algunos segmentos, se deberá observar la evolución de los márgenes, principalmente, en el segmento de construcción”, destaca el directivo de la clasificadora.


Firmas recuperan algo de lo perdido en la Bolsa de Comercio de Santiago

Semana de fuertes caídas tuvieron en la Bolsa de Comercio de Santiago (BCS) las acciones ligadas a la construcción. Y es que tras los sorpresivos resultados de las elecciones presidenciales, estos papeles fueron los que más sufrieron. De hecho, hasta el jueves habían borrado US$ 682 millones. Al menos la semana pasada la terminaron de mejor forma, ya que el viernes el índice que las reúne cerró con una alza de 2,15%. Destacó la subida de 9,17% de Besalco y de 2,71% de Salfacorp.

Las firmas constructoras representan a un sector especial porque se las considera un termómetro de la economía y habitualmente es lo que primero reacciona ante la incertidumbre, en este caso la política.

"Las constructoras fueron las que se vieron más beneficiadas por las expectativas de que ganara el candidato pro mercado. En general son empresas que dependen netamente de la dinámica interna y se les sigue castigando en la bolsa, independiente de que el IPSA está repuntando. Las empresas de la construcción tienen una alta dependencia del ciclo", comentó el subgerente de renta variable de EuroAmerica, Andrés Galarce.

Sebastián Piñera, el candidato favorito del mercado, sacó menos votos de los esperados por los analistas. Se prevé una segunda vuelta más apretada, por lo que se enfrían las expectativas sobre el denominado "cambio político" que esperaban los inversionistas y que se había transformado en uno de los motores de las ganancias de la bolsa en los últimos meses.

El viernes, la Bolsa de Comercio de Santiago cerró con una leve alza de 0,12%.

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